Copiapó y el norte se levantan con el empuje de sus vecinos
trabajo. Miles de personas comenzaron el proceso de limpieza y reconstrucción de las viviendas afectadas por el núcleo frío de altura que azotó en la zona.
"Estamos con toda la fuerza y nos tenemos que levantar". Con esta arenga, Oscar Plaza trata de animar a sus vecinos en el sector de Las Canteras mientras trabajan para la enorme cantidad de barro que hay en sus casas luego del desborde del Río Copiapó.
Fue cerca de las dos y media de la mañana del miércoles cuando comenzó a bajar el río y la arena se empezó a decantar lo que hizo subir el agua y en ese momento ingresó las casas por sobre los cincuenta centímetro.
El hombre que tiene una panadería en el sector de Las Canteras indicó que se le inundó la sala de elaboración. En cambio la parte de la casa se encuentra con barro como los más de 60 vecinos del sector afectado que está al frente del Hospital San José del Carmen.
Plaza explicó que "esta es una empresa familiar en que dependemos cuatro hermanos y en total somos unas 25 personas contando hijos y nietos. Estas situaciones hay que enfrentarlas como familia. A nosotros no nos tocó tan feo como otros coterráneos con más problemas y desaparición de seres queridos".
Fortaleza
Sobre esta situación, el hombre destacó que "una familia mía de El Salado la dieron por muerta y tras 20 kilómetros de luchar contra el barro está viva y muy golpeada en Chañaral. Se la llevó el río a María Torres Núñez y está en el Hospital de Chañaral. Nosotros no nos hemos podido comunicar con ella". Añadió que "este fue un milagro y hemos estado agradeciéndole a Dios y con pena por la toda la gente que ha perdido sus seres queridos".
Añadió que "el pueblo de El Salado se lo llevó el río prácticamente completo. Estamos con cierta pena, pero estoy seguro que nos vamos a levantar con el esfuerzo de todos los saladinos y las autoridades regionales obviamente".
En cuanto a la necesidad de la población, el vecino afirmó que "hay que hacer limpieza de las calles y especialmente las alcantarillas porque eso puede provocar un daño sanitario muy grande que complicaría mucho la situación".
Crítica
Por su parte, molesto se mostró a Guido Flores mientras que con una simple escoba trataba de sacar el agua desde el local que arrienda. El hombre que lleva 60 años viviendo en el sector nunca había visto una situación así.
Flores criticó "todo esto es porque las autoridades no previeron el futuro. Se construye donde no se debe. El cauce del río lo desviaron porque el agua antiguamente salía a su afluente por el río y hoy lamentablemente eso no lo tenemos hoy en día. Como se les ocurre construir a la orilla del río". El copiapino sentenció que "hoy una lluvia nos tiene cerrado supermercados, hospitales y todo. No estamos preparado para ninguna crisis".
Desesperada se mostró Haydee Aravena al ver su casa llena de agua en la calle Infante con Maipú. La mujer enfatizó que "nos forramos en mierda y en ratones. Lo peor de todo esto que no es solamente la catástrofe por la naturaleza sino porque los encargados del municipio y todos los que tendrían que haberse encargado de que las cámaras no debieran haberse colapsado".
La mujer que arrienda piezas comentó que están viviendo siete personas en una sola pieza, ya que las demás habitaciones están inhabitables. Aravena agradeció la ayuda de jóvenes que sin ningún interés ha sacado el agua a puro balde.
Centro
En tanto en el sector céntrico Jorge Pinto recordó que el pasado miércoles despertó bruscamente ya que una vecina le avisaba que venía bajando el río. El hombre nunca pensó que cientos de litros de agua y barro comenzaban a acercarse a su casa. Luego de un par de minutos el living, su cocina, las piezas y el patio estaban completamente cubiertos.
El trabajador emocionado afirmó que "uno es de familia humilde y con harto sacrificio se ha hecho esta casa. Llega a dar pena ver todo eso". Jorge que vive con nueve personas más afirmó que "en lo material prácticamente se ha perdido todo".
Actualmente la familia está durmiendo donde una cuñada de Jorge que no fue afectada con la salida del río. El hombre indicó que "yo soy el hombre de la casa y me quedaré cuidando para que no nos quiten lo poco y nada que nos queda".
Entre lágrimas Hilda Cisternas ve como los muebles de su casa y también su fuente laboral flotan en el agua. La mujer que da colaciones a los trabajadores señaló que esta es "la peor lluvia que he visto". Agregó que "perdí todas mis cosas, la mercadería para los almuerzos y está todo lleno de agua. No quiero entrar a mi cocina, tengo mucha pena".
Pedro Vetori no para de mirar sus muebles que por más de 100 años han pasado de generación en generación y hoy son parte de los destrozos del río. El hombre comentó que "tengo todo sucio, el living, la línea blanca, el comedor, las camas y está todo con 10 centímetros de agua".
El trabajador subrayó que 30 años de esfuerzo se fueron en menos de una hora. Cabe señalar que los vecinos requieren bombas de aguas y sacos de arena para evitar que sus casas se sigan inundando.
tragedia
Una de las historias más desgarradoras expuestas durante estas jornadas es la que relató una joven de 19 años a TVN en el Hospital de Copiapó, donde llegan las personas evacuadas de los alrededores. Con una guagua en brazos, la joven contó que el aluvión se llevó a su hijo mayor, de cuatro años. Se trataría de la octava víctima fatal de esta tragedia, pese a que ayer no había sido confirmada por las autoridades.
"Fue terrorífico, fue como la película del Titanic", describió la mujer sobre el momento en que entró el agua a su casa.
"Ahí yo no supe de mis hijos, de mi mamá, de nadie. Después del alud, fuimos a dar al campamento de un fundo y ahí nos encontramos con mi mamá y me avisaron que estaba bien mi pareja con mi bebé". Pero al hombre le faltaba un niño.
Según contó la joven, al legar el aluvión, el tomó a su guagua y al niño de cuatro años, pero la fuerza imponente del agua se lo arrebató quebrándole el brazo con el que lo sujetaba. El pequeño se fue con la corriente, la que terminó con su vida.
"A mi bebé, antes de venir (de que la rescataran en helicóptero por encontrarse con una guagua) lo habían encontrado. Falleció", dijo con impresionante entereza.
"Lo tenían en la iglesia y está.. está lleno de barro. Pero lo bueno es que lo encontraron porque como quedó todo, era para no encontrar a nadie. Lo bueno es que el resto está todo bien", agregó.
traslado de guaguas
La Fuerza Aérea de Chile se disponía a trasladar a Santiago en incubadoras a tres guaguas que están graves desde la zona de catástrofe en Antofagasta, azotada por las inundaciones, aunque marcada por el nacimiento de un bebé en medio de la tragedia.
Se trata de un bebé que nació la noche del miércoles nació en una carpa en el cerro Ollantay de Copiapó.
Una de las familiares de la mamá llamó al matinal Mucho Gusto (Mega) para informar del nacimiento y pidió con urgencia ayuda.