Casa Rosada pide incluir AMIA en diálogo con Irán
argentina. La iniciativa se da en la antesala a una marcha de fiscales que protestan hoy por la muerte de Alberto Nisman.
El Gobierno de la Presidenta argentina Cristina Fernández pidió ayer a Estados Unidos que incluya el caso AMIA en sus negociaciones con Irán, pero urgió a Washington y Tel Aviv a que su territorio "no sea utilizado para fines de intereses geopolíticos y militares de terceros países" ni se interfiera "en los asuntos internos".
El reclamo fue realizado por el canciller Héctor Timerman en cartas enviadas ayer al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Avigdor Lieberman. EE.UU. encabeza un grupo de países que negocia con Irán el fin de su programa nuclear y el levantamiento de sanciones económicas.
En las misivas, el titular de RR.EE. argentino reiteró la petición argentina para que Washington incluya el tema del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994 en Buenos Aires, que dejó 85 muertos, en las negociaciones nucleares con Irán.
Timerman y la Presidenta Fernández fueron imputados el viernes por el fiscal Gerardo Pollicita por supuesto encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado a la AMIA.
Nisman apareció muerto por un disparo en la cabeza cuatro días después de presentar su denuncia contra la jefa de Estados, Timerman y otros dirigentes kirchneristas.
intencionalidad política
El Gobierno argentino dijo ayer que "hay una intencionalidad política" en la marcha convocada por un grupo de fiscales federales en memoria de su colega Alberto Nisman.
La Casa Rosada ordenó a las fuerzas de seguridad que custodiarán el evento no llevar armas para evitar cualquier provocación.
"Respeto la muerte de Nisman, vivimos en un país en democracia", dijo el secretario de Seguridad Sergio Berni en diálogo con radio La Red. Pero agregó que "no lo compartimos, sobre todo quienes lo convocan, el grupo de fiscales. Entiendo que es una cuestión política".
Los investigadores para hoy a una movilización en silencio desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo, frente a la sede de Gobierno, en memoria de Nisman.
El secretario de Inteligencia argentino, Óscar Parrilli, fue denunciado ayer por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público ante la celebración de una fiesta con gastos superiores a US$ 220.000 ($ 136 millones) en la sede de esa entidad días después de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Según citó EFE, el dirigente peronista Juan Ricardo Mussa calificó de "macabra" la reunión, realizada el 24 de enero, una semana después de la muerte del fiscal Nisman.