Mercado brasileño se mueve a la baja tras la reelección de Rousseff
El mercado financiero brasileño reaccionó negativamente ayer a la reelección de la Presidenta Dilma Rousseff en las urnas el domingo.Poco después de la apertura de operaciones, la Bolsa de Valores de Sao Paulo registraba una caída del 6,18 %, mientras que la cotización del dólar volvía a superar la marca de 2,50 reales.
La caída bursátil afecta principalmente a las acciones de la petrolera Petrobras, salpicada por denuncias según las cuales una red de corrupción instalada en la empresa desvió dinero de contratos para financiar agrupaciones políticas oficialistas, en especial el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.
Poco después del inicio de la sesión, las acciones con derecho a voto de la petrolera caían un 13,38 %, mientras los valores sin derecho a voto perdían un 12,88 %.
Según los analistas, ese movimiento refleja la incertidumbre de los inversionistas frente al rumbo de la política económica del actual Gobierno, a la que el mercado financiero responsabiliza del aumento de la inflación y del virtual estancamiento de Brasil este año.
En su primer discurso tras confirmarse su victoria en las urnas sobre el senador opositor Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Rousseff se manifestó "dispuesta al diálogo" y prometió avances en la política de responsabilidad fiscal y de control de la inflación.
Tras los negativos resultados, el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, se manifestó convencido de que ello no se debió a la victoria electoral de Rousseff, sino a la baja en los precios de "commodities".
"Hoy, todas las Bolsas están cayendo. No digan que es por el proceso electoral en Brasil. Todavía no tenemos tanta fuerza", dijo en tono de broma.
El ministro aseguró que la responsabilidad fiscal y el control de la inflación están entre las prioridades de la Presidenta para su segundo mandato. Según Mantega, el gobierno reelecto "tiene un compromiso con los fundamentos de la economía", lo que supone "fortalecer los fundamentos fiscales, mantener un buen resultado fiscal para que la deuda pública permanezca bajo control".
"Tendremos que realizar un esfuerzo fiscal mayor en el próximo año y mantener esto en los próximos cuatro años. Otra prioridad será mantener la inflación bajo control", agregó el ministro que dejará su cargo en diciembre.
Mantega aseguró además que el Gobierno buscará reactivar el crecimiento económico del país, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá en sólo un 0,9 % en 2014, según previsiones del Gobierno: "Tenemos el desafío de reanudar el ciclo de expansión de la economía brasileña en 2015".
Rousseff, en el poder desde el 1 de enero de 2011, ganó el domingo la segunda vuelta de las presidenciales (con lo que será Presidenta hasta 2019) con un 51,64 % de los votos frente al opositor socialdemócrata Aécio Neves, que fue respaldado por el 48,36 % del electorado.
Uno de los cambios más importantes que Rousseff anticipó desde su campaña es la decisión de sustituir al ministro de Hacienda Guido Mantega, quien es fuertemente criticado por lo que algunos llaman una mala gestión fiscal y por el control sobre los precios de energía y petróleo.
"Una nueva dirección en el Ministerio de Hacienda será ampliamente visto como una señal de corregir el rumbo", escribió Ricardo Sennes, experto en Brasil del Centro de América Latina Adrienne Arsht.