Ana Botín preside hoy por primera vez una junta del Banco Santander
España. La ejecutiva podría aprovechar de emitir alguna declaración sobre cuál será su estrategia frente a la entidad.
El Banco Santander celebra hoy una junta extraordinaria de accionistas, convocada en principio sólo para aprobar una ampliación de capital para comprar el 100% de su filial brasileña, pero que ahora ha cobrado más importancia por ser la primera que presidirá Ana Botín.
De esta forma, los accionistas del Santander tendrán ocasión de escuchar por primera vez a su presidenta, que podría aprovechar para lanzar en su discurso alguna declaración de intenciones sobre cuál será su estrategia al frente de la entidad.
Tras el repentino fallecimiento de su padre, Emilio Botín, el martes pasado, Ana Patricia, o simplemente Ana como ahora prefiere que le llamen, se ha visto obligada a tomar el testigo del primer banco español mucho antes de lo que ella hubiera querido y de forma más precipitada, sin apenas tiempo para planificar los pasos a seguir.
Precedida por una larga trayectoria, Ana Botín tiene por delante una tarea difícil, pero apasionante, que es la de mantener al grupo en las primeras posiciones del ranking mundial y hacerlo a su manera.
Mejorar los resultados del banco en España, muy lastrados en los últimos tiempos por la crisis, por la morosidad y por las provisiones, así como seguir creciendo mediante compras, fusiones o acuerdos, son algunos de los retos a los que se enfrentará la nueva presidenta en los primeros tiempos de su mandato.
También renovará, previsiblemente, la apuesta por las pymes que ya fue una de las primeras en hacer cuando estuvo al frente de Banesto y que también era muy importante para su padre, quien destacó en muchas ocasiones el papel de estas pequeñas empresas como reactivadoras de la economía.
La conquista de nuevos mercados que permitan seguir aprovechando las ventajas que aporta la diversificación geográfica a las cuentas del grupo también podría estar entre las primeras apuestas de Ana Botín, obligada a acertar a la hora de decidir sus próximos movimientos en el tablero internacional.