Este día para festejar a quien nos dio la vida y esta celebración, comienza según se dice del intento primero de una ciudadana de los EEUU que deseaba honrar a su padre un veterano de guerra y que como pasa con las leyendas; estas se mezclaron con la realidad y el deseo dando un aura de héroe a su padre. Así comienza esta historia en que en esta otra mitad del mundo celebra como festividad el tercer domingo del mes de junio.
El día del padre es un día no solamente para honrar a nuestro padre, sino a todos los hombres que actúan como figura paterna. Un papá es una roca que es muy dura por fuera y es puro afecto en su interior.
Es el director de orquesta, es el maestro de la escuela de la vida. Los papás tienen la billetera muchas veces con fotos, tarjetas, teléfonos y compromisos; menos de dinero… ya que en muchos casos han otorgado alguna satisfacción o necesidad a sus hijos o del hogar.
Pero ser padre es además un compromiso afectivo de la persona que engendró. La responsabilidad es de por vida, ya que no basta con engendrar un hijo o hija, sino es que ahí donde se debe estar cuando te necesitan siendo niños, adolescentes o ya adultos.
Ser padre es tener la responsabilidad afectiva, económica y valórica de formar a un hijo o hija. Muchas veces se asume esta responsabilidad al acoger a un hijo ó hija no engendrado y formarlo y apoyarlo de por vida como propio.
No solo en este día o en su onomástico debemos expresar el gran cariño que sientes por tu padre. Aprovecha cada momento que tengas para demostrarle tu admiración y agradecerle todas las cosas que hace por ti y el bienestar de tu familia.
Y si no lo tienes ya a tu lado, su recuerdo contigo debe permanecer como el mejor de los tesoros de la infancia, juventud o madurez; ya que ellos nos forjaron y nos dieron la fuerza y el empuje para superar los obstáculos del día a día; y sostengo que un ser querido como un Padre nunca muere, si no lo olvidamos.
¡Feliz día papá!