Crisis en Ucrania se agrava con incendio que dejó 31 muertos
La ofensiva ucraniana para recuperar una ciudad en el este del país controlada por los insurgentes prorrusos aumentó drásticamente la crisis en el país y desató ayer un enfrentamiento en el puerto de Odesa en el que según la policía murieron 31 personas, aunque otras fuentes hablan de 38.
El Kremlin dijo que la medida del Gobierno interino en Kiev terminó con el pacto de Ginebra destinado a reducir los disturbios. Pero Rusia indicó que seguirá tratando de frenar la violencia y que Kiev tiene poca capacidad para reavivarla.
Ayer al anochecer, un grupo de efectivos ucranianos y vehículos blindados habían bloqueado las carreteras principales que conducen a la ciudad oriental de Sloviansk, el epicentro de la insurgencia pro rusa. En la urbe, la mayoría de las tiendas estaban cerradas y las pocas que continuaban abiertas estaban llenas de clientes tratando de comprar todo lo posible para tener provisiones.
El Presidente interino, Aleksandr Turchynov, admitió que "muchos" insurgentes fueron asesinados o heridos ayer, pero la ofensiva también subrayó la vulnerabilidad del Ejército. Ambas partes reportaron que dos helicópteros ucranianos fueron derribados por los insurgentes, lo que provocó la muerte de dos tripulantes.
El Servicio de Seguridad ucraniano dijo que uno fue derribado con un misil tierra-aire, al tiempo que agregó que el uso de un arma de tal sofisticación niega las afirmaciones de Rusia de que la ciudad de 125 mil habitantes está siendo controlada sólo por ciudadanos armados.
"Hasta ahora las fuerzas de seguridad ucranianas no están listas para acciones militares de gran escala; además, ese tipo de acciones podrían provocar una invasión rusa", dijo el analista político Volodymyr Fesenko, quien trabaja en Kiev.
Rusia ha movilizado a decenas de miles de efectivos cerca de la frontera con Ucrania. Las autoridades en Kiev afirman que el Gobierno ruso se prepara para invadir y que está fomentando el desconcierto en el este, donde los insurgentes han tomado edificios en una decena de ciudades y pueblos. Moscú niega estas afirmaciones, pero el ministro del exterior Serguei Lavrov ha advertido que Rusia responderá a los ataques contra ciudadanos rusos o sus intereses en el este.
A diferencia del oriente de Ucrania, Odesa se había mantenido alejada del conflicto desde la caída en febrero del Presidente Víktor Yanukóvych, quien escapó a Rusia. Pero ayer surgió un enfrentamiento entre los prorrusos y los simpatizantes del Gobierno en este importante puerto del Mar Negro, ubicado a 550 kilómetros de la revuelta en el este.
Según la policía, un incendio mortal surgió ayer en un edificio sindical, pero no dio detalles de cómo empezó. Previamente la policía dijo que al menos tres personas habían muerto en un enfrentamiento entre ambos bandos.
En Moscú, el vocero del Presidente Vladimir Putin dijo que la ofensiva ucraniana "destruyó efectivamente la última esperanza para la implementación del acuerdo de Ginebra" alcanzado hace dos semanas con el que se buscaba apagar la crisis. El vocero Dmitri Peskov agregó que Rusia "sigue emprendiendo esfuerzos constantes para reducir las tensiones".
La canciller alemana Angela Merkel y el Presidente estadounidense Barack Obama advirtieron ayer que Rusia podría recibir nuevas sanciones de Washington y la Unión Europea si sigue causando disturbios en Ucrania. Las sanciones que ya han sido impuestas parecen estar teniendo efectos importantes en la economía rusa.