Es destacable que la Moneda y Palacio Pizarro repitan que después de la emisión del fallo, se abre un nuevo escenario para las relaciones de ambas naciones.
El 31 de marzo de 2008 la Corte Internacional de Justicia de La Haya acogió la demanda presentada por Perú contra Chile y se inició el caso, cuyo fallo será conocido el 27 de enero.
Hace meses que está instalado en Chile y Perú el clima de expectación a propósito del pronunciamiento que emitirá la Corte de La Haya respecto de la demanda limítrofe interpuesta por los vecinos.
El proceso llegará al final el 27 de este mes, cuando la Corte Internacional de Justicia -CIJ- dicte la sentencia con carácter de inapelable. Los dos gobiernos afirman que esperan el momento final con optimismo y sin triunfalismos, aunque hay matices.
Aunque no se conoce el resultado, es evidente que la sensación peruana es de mayor triunfalismo que en nuestro país. En rigor, ese país tiene mucho que ganar, mientras Chile, en el mejor de los casos, quedará igual, cuestión que los medios peruanos han enfatizado, empujados por sus autoridades.
Lo bueno es que todo se da en un contexto donde ambas naciones han repetido y confirmado que respetarán el resultado a todo evento.
Como se sabe, el Perú demandó a Chile ante la CIJ hace seis años porque considera que los dos países nunca acordaron los límites marítimos y por tanto los que están vigentes en la práctica no son válidos.
Santiago estima que los acuerdos sí están sellados por documentos firmados en la década de 1950, de los que Lima dice sin embargo que no les reconoce valor delimitatorio. Quizás uno de los errores de la Cancillería nacional fue evitar que la demanda sucediera. Es decir, debió evitarse esta instancia, aunque ello es ahora una discusión bizantina.
Ahora sólo resta la tranquilidad que ambos países han puesto en el asunto. Ollanta Humala, presidente peruano fue enfático al declarar que los "fallos y sentencias se ejecutan, se acatan" y que después de la emisión de fallo, "se va a marcar una nueva agenda con Chile".
Lo mismo se ha repetido en La Moneda, tanto por parte del Presidente Sebastián Piñera, como de la Mandataria electa, Michelle Bachelet.
No debe perderse de vista que con el Perú son muchas más las cosas que nos unen y este tema al menos despeja lo "pendiente".