La deserción tiene costos para las familias, el Estado, pero especialmente para los alumnos, quien se posterga.
Para muchas familias el 2014 tiene mucha de ansiedad al comenzar una nueva etapa, donde el protagonista es la o el estudiante que egresó de cuarto medio que dio la PSU y que hoy espera los resultados sus postulaciones. Una vez aceptado en la institución de educación superior comienza la cuenta regresiva para lo que será una nueva etapa en la vida del y la joven y así también de sus padres.
Ahora comienza lo significativo, el estar ahí, la importancia de mantenerse al interior de la institución de Educación Superior, y completar los planes de estudio para alcanzar la gran meta de convertirse en un profesional y no desertar. Según el Servicio de Información de Educación Superior (SIES) el Mineduc, la deserción al 1er año alcanza al 30,6%, lo que implica que 3 de cada 10 estudiantes dejan su carrera al cabo del primer año. No obstante, es importante advertir que un número importante de los y las alumnas no deserta definitivamente del sistema, sino que reingresa en los años siguientes, a otras carreras o instituciones.
Algunas de las causas que llevaría a un o una joven a abandonar su carrera son problemas vocacionales, socioeconómicos de sus familias y rendimiento académico. Respecto a la deserción por problemas económicos del grupo familiar, ésta se produce principalmente en jóvenes que deben dejar de estudiar y comenzar a trabajar; por eso, era muy importante antes de postular ver y analizar su situación socioeconómica, aprovechar las oportunidades de becas y créditos, y si no sale seleccionado, apele entregue toda la información requerida.
También dentro de las causas de deserción está el bajo nivel académico previo de los estudiantes, ya que en algunos casos presentan debilidades en contenidos y hábitos de estudio. Además, se ven afectados por el cambio de metodologías de enseñanza y aprendizaje entre la universidad y el colegio. Es aquí donde se necesita la madurez del joven para buscar las herramientas necesarias que apoyen su proceso académico. No existe en la Educación Superior el profesional que le diga que estudie o busque información, esto lo debe hacer por iniciativa propia, no obstante si solicita ayuda, la encontrará.
Sin embargo y más allá de todos los antecedentes, abandonar los estudios en esta etapa tiene un tremendo costo.