Siria estaría dispuesta a un desarme químico, pero EE.UU. reacciona escéptico
Dudas. La Casa Blanca y los rebeldes sirios consideran que la propuesta de Rusia de entregar las armas sea sólo una táctica.
Rusia tomó ayer la iniciativa en el conflicto sirio y pidió al régimen del Presidente Bashar al Assad que entregue y destruya las armas químicas, una oferta que fue bien recibida por Damasco pero con escepticismo por EE.UU.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, pidió "a los líderes sirios no sólo que entreguen sus armas químicas y las pongan bajo control internacional, sino que después las destruyan", según citas de la agencia de noticias Interfax en Moscú.
Si eso ayuda a evitar un ataque militar estadounidense, Rusia abogará por ello ante el Presidente Bashar al Assad, añadió. Lavrov sugirió a su homólogo sirio, Walid al Moallem, de visita en el país, que Damasco se una a la Convención de Armas Químicas.
"Esperamos una respuesta rápida, y espero positiva", añadió en un comunicado difundido por la televisión pública.
Pero la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Maria Harf, dijo ayer que EE.UU. mira con "profundo escepticismo" la propuesta rusa y consideró que se trata de una potencial táctica de estancamiento. "No es una coincidencia", destacó, que la propuesta rusa "sólo esté ocurriendo en el contexto de una amenaza militar por parte de EE.UU.".
El ministro de Exteriores sirio Al Moallem había acogido poco antes la propuesta. "La República árabe de Siria saluda la iniciativa de Rusia, motivada por la preocupación de la cúpula rusa por la vida de nuestros ciudadanos y la seguridad de nuestro país", dijo Al Moallem ante la prensa en Moscú, citado por la agencia Interfax.
El Ejército Libre de Siria también expresó su escepticismo. "Rechazamos cualquier compromiso por parte de este régimen sirio, que sólo lanza mentiras... Creemos que el régimen sirio está intentando ganar tiempo ahora que está sintiendo la presión internacional", dijo a DPA el coordinador político del Comando Supremo Militar de la formación, Louay Mokdad.
El viceasesor de Seguridad de EE.UU., Tony Blinken, indicó que la Casa Blanca no había tenido aún posibilidad de evaluar en detalle la propuesta rusa, pero aseguró que será estudiada "con gran detenimiento" y que el Gobierno norteamericano se comunicará con Moscú.
Si bien Washington considera que sería "bueno" tener las armas sirias bajo control internacional, el Gobierno estadounidense mantiene su escepticismo "por todo lo que ha hecho Al Assad en los últimos años en relación con armas químicas", dijo por su parte la portavoz estadounidense Harf.
En una entrevista emitida ayer por CBS, el Presidente sirio afirmó que EE.UU. no tiene evidencias de un ataque con armas químicas en Siria. "No se ha presentado nada hasta el momento", dijo Al Assad. "Presente a la opinión pública las pruebas que tenga", instó, y recordó la presentación que hizo ante la ONU el que fuera secretario de Estado norteameriano, Colin Powell, antes de la guerra de Irak: "Cuando mostró la evidencia, era falsa".
El Presidente sirio advirtió además que un ataque liderado por EE.UU. contra su régimen provocaría una grave reacción de los actores regionales de la zona.
El Senado de EE.UU. votaría mañana
Una primera votación sobre el proyecto que autoriza una intervención en Siria tendrá lugar mañana en el Senado de EE.UU., anunció ayer el jefe de la mayoría demócrata, Harry Reid. La votación, que daría una señal del apoyo con que contaría una eventual operación militar en la Cámara alta, es la etapa previa para la continuación de los debates, la presentación de enmiendas y la eventual aprobación final del proyecto.