Estudio revela presencia de "contaminantes emergentes" en el agua potable de Copiapó
ANÁLISIS. Un grupo de investigadores de la UC hizo el hallazgo de clorato y perclorato en el recurso, los cuales se encuentran en bajas concentraciones pero sobre lo recomendado por organizaciones internacionales.
Un estudio elaborado por investigadores del Laboratorio de Biotecnología y Microbiología de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Universidad Católica, reveló la presencia de "contaminantes emergentes" (sustancias que aún no tienen una regulación en el mundo) en el agua potable de tres ciudades del norte de Chile y una de ellas es Copiapó.
Mediante la colaboración del laboratorio de la Seremi de Salud Metropolitana, lograron identificar la presencia de clorato y perclorato, sustancias que si bien se encuentran en bajas concentraciones en el agua de la capital regional, están sobre lo recomendado por organismos internacionales.
Investigación
El profesor del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la UC e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Ignacio Vargas, fue parte de la investigación e indicó que el estudio se basa en la búsqueda de estas dos sustancias contaminantes sin regulación en concentraciones sobre los límites recomendados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (US-EPA). Este proyecto científico financiado por Fondecyt está terminado, pero su idea es seguir profundizando y proporcionando información sobre estos contaminantes.
En cuanto al origen de estas sustancias en el agua, el profesional señaló que si bien su investigación no se basó en las causas, según estudios previos, la presencia de éstas pueden estar asociadas a fuentes naturales o antropogénicas (provocadas por la actividad humana).
En el caso de la Región de Atacama, "el Desierto de Atacama en general, muestran que es más bien una ocurrencia natural, no estaría asociada a una contaminante antrópica y esto tiene relación con las características del suelo, de los minerales que hay presentes en el suelo que están en contacto con las fuentes de agua, fundamentalmente aguas subterráneas", explicó Vargas.
Además, el investigador especificó que las concentraciones de estos tipos de sales son bajas "pero, al menos por las mediciones que tenemos nosotros, están por sobre las recomendaciones de las organizaciones internacionales como la OMS, entonces aunque son pocas hay que tener cuidado".
Frente a ello, el académico hizo hincapié en que lo importante es estar consciente de esta situación y tomar medidas al respecto. En esa línea, ellos en el área de ingeniería están trabajando en buscar formas para remover estos contaminantes del agua, algún tipo de mecanismo para el tratamiento de este recurso que pueda ser complementaria a las formas en que en la actualidad se trata el agua potable.
"Los sistemas están diseñados para los contaminantes que están normados, entonces el día de mañana cuando tengamos una norma para este tipo de contaminantes, vamos a tener que estar preparados para tener una solución. Una cosa es evidenciar un problema, pero lo otro es encontrar una respuesta para en este caso remover el clorato y perclorato, que se suman a los contaminantes que ya estaban (...) Lo que como universidad estamos haciendo es buscar nuevas formas, mediante la química y biología, y el diseño del sistema de tratamiento de reactores, nuevas tecnologías que obviamente después estén a disposición de la industria o a cualquier persona que lo quiera desarrollar", acotó el docente.
Dentro del mismo contexto, relevó la importancia de generar este tipo de conocimiento y a su vez aportar en la búsqueda de una solución. Además, una de las grandes motivaciones para realizar este estudio es que se pueda generar un impacto para su regulación, evidenciando que existe este problema.
Por último, el investigador aclaró, para que no se genere confusión, que la presencia de estas sales en el agua son prácticamente invisibles, no se ven ni se pueden oler, y se necesita una máquina para poder determinar y medir su presencia.
Aguas Chañar
Desde la empresa a cargo del agua potable en la capital regional, Aguas Chañar, frente a los resultados de la investigación señalaron que constantemente están informando y monitoreando el servicio que entregan.
"Como empresa sanitaria, estamos enfocado en efectuar las inversiones que nos permitan mejorar cada día nuestros procesos. En ese sentido, tenemos la tranquilidad de estar permanentemente junto a las autoridades competentes informando y monitoreando los servicios que entregamos. Entendemos el esfuerzo del Ministerio de Salud durante estos años en el monitoreo del agua potable para dar tranquilidad a población, por lo que nuestra disposición es plena en cualquier colaboración que nos requieran", indicaron.
Consultados sobre si tenían conocimiento de la presencia de estos "contaminantes emergentes", señalaron que "como parte de nuestros procesos nosotros mantenemos un monitoreo constante, incluso diario, en los parámetros normativos para la distribución de agua potable, los que son enviados a las entidades correspondientes en las fechas establecidas".
Por último, en cuanto a medidas que tomarán al respecto, "seguiremos como hasta la fecha, entregando el mejor servicio posible y por cierto en estrecha relación con las autoridades encargadas de dictar y regular las normas actuales de agua potable. En caso de cambios en el marco normativo nuestros esfuerzos técnicos y de inversiones se enfocarán en lo exigido", concluyeron.